En esta ocasión quiero haceros una breve descripción de un problema muy común sobre todo entre los niños más chicos de la casa. Es una enfermedad aparentemente más grave de lo que es en realidad, ya que con unas medidas básicas podemos hacer buen control de ella. No obstante no hay que restarle importancia ya que si hacemos caso omiso esta inflamación puede llegar a acarrear graves consecuencias.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que a veces puede ser pasajera y a veces puede convertirse en crónica. Como ya hemos dicho esta patología es más común en niños pero puede persistir en la adolescencia, incluso llegar a una edad adulta.
Esta enfermedad es variable y conlleva una serie de síntomas como picores de distintos grados; aparece un enrojecimiento y abultamiento de la piel con una sensación de piel muy seca. Aparece principalmente en las zonas del cuerpo donde existen pliegues siendo las zonas con más sudoración de nuestro cuerpo. Puede ser en orejas, cuello, pecho, parte posterior de codos y rodillas e incluso se puede aparecer en la cara.
Todos estos síntomas pueden desarrollarse y agravarse debido a otros factores a tener en cuenta a la hora de tratar el problema cutáneo. Evitar prendas excesivas en momentos de calor para evitar la sudoración, sobre todo con las prendas sintéticas o incluso con las lanas. Pero también puede acrecentarse debido al frío, así que cuidar estas temperaturas tan extremas. La alimentación es primordial también, evitar comidas elaboradas y tratar de comer alimentos lo más naturales posibles. Otra de las consecuencias que no mitiga en absoluto es la ansiedad o el estrés, un niño con estos síntomas son más propensos a padecer brotes o incluso alargar la enfermedad.
Para su tratamiento se recomienda siempre productos naturales como cremas, aceites, ungüentos y demás, siendo bajo nuestro punto de vista mucho mejor los aceites puros 100% y a ser posible ecológicos mucho antes que cremas y más si no son naturales. Una higiene perfecta diaria con jabones y champús naturales y la aplicación de productos muy hidratantes harán que los síntomas se vean mitigados a la mínima expresión. Y dado que el estrés maximiza la patología sería importante tener una vida relajada y sobre todo no someterse al menos durante el tratamiento a juegos o deportes de competición ya que sobre todo este último produce un sobre elevado aumento de las erupciones en la piel.
Resumiendo, una alimentación sana, hacer ejercicio moderado ( nunca competitivo), usar ropa adecuada, evitar la sudoración en la mayor medida posible. Evitar las preocupaciones, las discusiones y pensamientos negativos harán que nuestro organismo tienda a mitigar esta sintomatología.
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Este artículo es meramente informativo y no debe estar exento de un buen diagnóstico de un profesional de confianza.
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