No importa si eres de los que viven poseídos por el espíritu festivo desde el primero de diciembre o si estas fechas activan tu modo Grinch: la Navidad nos pasa factura a todos y, sobre todo, al planeta.
Comidas y cenas multitudinarias, regalos, compras, viajes… todo suma a la hora de computar tu huella de carbono. Pero no hay que desesperarse, todo lo contrario, es un buen momento para tomar conciencia de nuestro poder como consumidores. Cada decisión cuenta, así que te proponemos algunas ideas para que esta Navidad sea más sostenible que la del año pasado (y menos que la del año que viene.)
No dejes que la fiebre consumista haga rebosar tu nevera de alimentos que no te va a dar tiempo de consumir. Planifica cada menú y compra solo lo que necesites, como harías en cualquier otra semana del año. Los excesos gastronómicos son tan perjudiciales para tu salud como para la del medio ambiente.
Ya que la Navidad es tradición, pon tradición en tu mesa. Los menús tradicionales generalmente están basados en productos de temporada y de proximidad: el cardo es un clásico en la ribera del Ebro, el besugo o el bacalao en el País Vasco, la lombarda con tocino en Madrid, la sopa de galets y los canelones (receta de aprovechamiento, ¡toma nota!) en Cataluña… No es necesario comer frutas exóticas traídas en avión desde las antípodas, tenemos alimentos deliciosos en nuestras huertas, campos y mares.
Haz tus propios adornos navideños, no solo decorarás tu hogar de una forma entrañable sino que disfrutarás de una experiencia creativa y divertida. ¿No sabes por dónde empezar? Entra en Pinterest e inspírate, hay millones de ideas aptas para manitas y no tan manitas.
Elige el regalo perfecto: mejor experiencias que objetos, mejor si el regalo es handmade o de segunda mano, evita los juguetes con pilas.
Utiliza tu imaginación para envolver los regalos sin derrochar papel (también en Pinterest hay ideas geniales, échale un vistazo).
Si vas a regalar una mascota, piénsalo muy bien antes: son seres vivos, no juguetes. Y, por supuesto, no compres: adopta.
A estas alturas, con el precio de la electricidad por las nubes, sabemos que pedirte que ahorres en energía no es necesario. Por si acaso, recuerda que las luces led son la opción más eficiente y duradera (podrás usarlas muchas navidades seguidas). Y tampoco es necesario que las tengas encendidas todo el día, apágalas cuando no estés en casa y cuando te vayas a dormir.
Que la Navidad no sea un paréntesis en tus buenas eco-costumbres: no te olvides de reciclar, ve al súper con tus propias bolsas, no utilices vajilla desechable…
¿Aprovechas para viajar? También las vacaciones pueden ser sostenibles, eligiendo destinos próximos, mejor tren que avión, infórmate sobre el compromiso medioambiental del hotel antes de reservar, etc.
¿Tienes más tips para una eco-Navidad?
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